¡Acéptalo! No es tan difícil comenzar una rutina fitness. Después de todo, la mayoría lo ha hecho más de una vez. Según Nutrición Sin Más, estos son algunos pasos para bajar de peso sin gastar dinero. 

El problema es aferrarse a la rutina. Normalmente, ese entusiasmo y energía inicial se desvanecen, pues nos distraemos con otras cosas que ocurren en nuestra vida, o como no vemos los resultados rápidamente, tiramos la toalla. Sin embargo, mucha gente logra aferrarse tanto a las rutinas de ejercicio que es muy difícil que se rindan. Pero, ¿cómo lo hacen?

Estudios recientes han demostrado que todos aquellos se ejercitan a modo de hábito, lo hacen por las siguientes razones:

• Sentirse bien consigo mismo.

• Sentir energía y vitalidad.

• Disfrutan el ejercicio.

• El ejercicio es prioridad.

• Dormir mejor. • Sentirse alerta.

• Estar relajado.

• Controlar el peso.

• Apariencia personal. Entonces, una vez que determines cuáles son tus motivos para hacer ejercicio, ¿cómo puedes ser fiel a ello? ¡Lee la siguiente lista y averígualo! 

1. Practica actividades que en verdad disfrutes Recuerda que no hay una regla que diga que debes ir al gimnasio o comprar equipos costosísimos para poder ejercitarte. ¡No busques excusas! Si practicas actividades variadas como levantamiento de pesas, caminata, running, tenis, ciclismo o aerobics, garantizará que puedas hacer algo a pesar del clima o de la hora. 

2. Comprométete con alguien más Hacer ejercicio es mucho más divertido cuando se hace en compañía, pues el compromiso que se siente es mayor. Además las palabras de aliento y motivación son mutuas. Cuando alguno no quiera hacer nada, el otro presionará. Busca otra persona y establezcan una rutina de ejercicios diaria. Pueden incluir aerobics, ejercicios de fuerza, TaeBo y estiramiento. ¡Intenta ejercitarte en conjunto y notarás la diferencia! 

3. Haz del ejercicio una prioridad El ejercicio no se puede negociar. Si los demás quieren ir por un pollo frito y unas cervezas justo en tu hora de entrenamiento, es problema de ellos, tú ve a ejercitarte como de costumbre. Cuando no negocias el ejercicio, los demás aprenden que es parte de tu identidad y dejarán de decirte cosas como, ¿por qué no te quedas tranquilo hoy? 

4. Convierte el ejercicio como tu primera actividad matutina Si planeas ejercitarte al final del día, cualquier cosa puede sabotear tus planes. Para evitar esto, lo mejor es que te despiertes más temprano que de costumbre. Aunque en un principio sea difícil, te acostumbrarás. Los expertos aseguran que las horas tempranas de la mañana son el mejor momento para entrenar. Te ejercitas, te tomas un baño y comienzas el día con más energía. 

5. Ejercítate camino a casa (también es buen momento) Ejercitarte justo después de salir del trabajo es una buena opción también. No vayas directamente a casa, pues es muy difícil que quieras volver a salir una vez que entres y te cambies de ropa. Así que no te engañes, esto no sucederá. 

6. Ejercítate incluso cuando estés exhausto Aunque sientas que ya no tienes fuerza y que tu cuerpo ya no vale nada, no hay nada mejor que ejercitarse cuando se está muy cansado, pues el ejercicio te energiza. Cuando respiras profundamente, tu cuerpo hace mejor uso de oxígeno. Además sientes gran euforia inducida por el ejercicio durante y después de la actividad. 

7. Registra tu actividad Escribe todas las cosas que sean importantes para ti. Podría ser cuánto tiempo te ejercitas diariamente, cuántos kilómetros caminaste, qué tan lejos corriste o montaste bicicleta, cuánto pesabas, etc. Incluso puedes hacer del ejercicio un juego. Calcula cuántos kilómetros puede tomarte caminar de un punto a otro, y una vez que recorras la distancia haz comparaciones entre lo que anotaste y lo que en realidad fue. 

8. Presta atención a los indicadores del progreso Es genial cuando tu ropa te queda mejor, cuando puedes alzar cosas pesadas con más facilidad o cuando puedes entrenar durante más tiempo sin sentir que estás a punto de morir.

No obstante, existe un montón de indicadores del progreso tales como:

• Duermes mejor. Si quieres saber cuántas horas de sueño necesitas, lee este artículo en Nutrición Sin Más.

• Piensas de manera más clara.

• Tienes más energía.

• Te das cuenta de que tus músculos ya no sufren después de ayudar a un amigo a mover el sofá.

• Tu doctor te felicita por haber mejorado los niveles de colesterol, la presión arterial, los triglicéridos y la glicemia. El ejercicio es fundamental para mantenernos sanos tanto a nivel emocional como a nivel físico. No es una misión imposible hacer del ejercicio un hábito.

¿Estás listo para eliminar todas esas barreras de tu cabeza y comenzar a cambiar tu vida?

¡Ánimo que sí se puede!