“Podrías dejar de vivir ahora mismo. Deja que esto determine lo que hagas, digas y pienses.”

- Marco Aurelio

 De acuerdo a la tradición Latina, “Recuerda que morirás” o “Memento Mori” es la frase que se le repetía al ganador de una batalla en la antigua Roma durante su desfile de victoria. Es un estandarte en la cosmovisión del Estoicismo.

El Estoicismo es una escuela de la filosofía del periodo Helenístico fundada en Atenas en el año 3 A.C, por el hijo de un comerciante fenicio conocido como Zenon de Citio. Esta filosofía tuvo una profunda influencia en la cultura grecorromana y por consiguiente en la cultura occidental. El estoicismo floreció a lo largo del Imperio Griego y ganó popularidad entre los intelectuales de la élite Romana. 

 La escuela estoica ha tenido una profunda influencia en el cristianismo, el budismo, la psicoterapia cognitivo-conductual y la psicología humanista.

 Seneca, Marco Aurelio, Federico II de Prusia, Adam Smith, Thomas Edison y Barack Obama son algunos de los Estoicos más famosos.

 A grandes rasgos, el estoicismo es una filosofía de vida que propone vivir conforme a nuestra naturaleza y propósito. Los Estoicos creían que existían dos principios de realidad; la “Hyle” o materia, y la “Pneuma” o el espíritu que rige el cosmos.

 La filosofía estoica cree que el vehículo para llegar a la felicidad es la “Ataraxia", es decir, la ausencia de trastornos del alma. 

 Según el estoicismo, la “Ataraxia” es un estado de ánimo de tranquilidad total y serenidad, ausente de deseo, perturbación, desorden y temor.  La “Ataraxia” se logra al conectar con la manifestación de la “Pneuma" en los seres vivos, denominada “Logos.”

 De acuerdo a los estoicos, todos los seres vivos viven de acuerdo a su “Logos" o propósito. Lo que diferencia a los seres humanos de otros seres vivos, es la razón y nuestro sentido comunitario o social. 

Los seres humanos somos capaces de razonar a un nivel de complejidad y sofisticación mucho mayor que otras especies en la tierra, gracias a nuestra corteza prefrontal. Además somos seres gregarios y sociales, prosperamos y florecemos en grupos.

 Para el estoico, una buena vida o una vida por la que vale la pena vivir, es aquella en la que aplicamos la razón para mejorar la sociedad y la vida en comunidad. Por consiguiente, el estoico usa la razón para ayudarse a sí mismo y a los demás. Si mejoramos en los personal, automáticamente mejoramos a la sociedad.

 La noción fundamental de la filosofía estoica se resume de forma extraordinaria en este fragmento de las “Meditaciones" de Marco Aurelio escrita entre los años 161 y 180 D.C.

“En el amanecer, cuando tienes problemas para levantarte de la cama, dite a ti

mismo: ¿Tengo que ir a trabajar? ¿De qué me puedo quejar, si voy a hacer 

aquello por lo cual nací  y las cosas por las cuales vine al mundo? O ¿Acaso para 

esto fui creado? Para resguardarme bajo las sábanas y quedarme abrigado ¿Así 

que naciste para sentirte "bien"? ¿En vez de hacer las cosas y experimentarlas? 

¿No ves a las plantas, los animales, los pájaros, las hormigas, las arañas y las 

abejas realizando sus tareas individuales? Poniendo orden al mundo, de la 

mejor forma que pueden ¿No estás dispuesto a hacer tu trabajo como ser 

humano? ¿Por qué no estás apresurándote a hacer lo que tu naturaleza te 

pide?”

 Marco Aurelio escribió sus “Meditaciones,” siendo el hombre más poderoso del mundo antiguo. Teniendo bajo su autoridad la mayor parte de Europa, el Norte de Africa, los Balcanes, Medio Oriente y Asía Menor.

 Lidió con una epidemia, 10 años de campaña militar, un intento de golpe de estado de Casio, rebeliones en el Norte del Imperio, la pérdida de 12 de sus 13 hijos y una enfermedad terminal mientras escribía por las noches. Muchos historiadores concuerdan en que la muerte de Marco Aurelio fue el comienzo del fin de la “Pax Romana.”

A mi parecer, “Meditaciones” de Marco Aurelio es la obra espiritual más importante de Occidente. Es una de las expresiones humanas más grandes de vulnerabilidad, autorreflexión y conciencia, jamás escrita. 

 ¿Existe algo más después de la acumulación de bienes materiales? 

¿Existe algo más después del confort? 

¿Existe algo más después del interés personal y el poder? 

¿Existe algo más a lo que valga la pena aspirar?

¡Los estoicos creen que sí! 

 A pesar de las dificultades, podemos aspirar a una vida más rica y completa conectando con el logos o propósito. Usando la razón como vehículo para dominar nuestras pasiones e impulsos, y siendo útiles para los demás. 

 Hoy a casi dos mil años, “Meditaciones” de Marco Aurelio, resuena en muchos credos e ideologías y en teorías de la psicología humanista. Tal es el ejemplo de la teoría de la “Motivación Humana” de Abraham Maslow.

 Maslow estudió a personas autorrealizadas como Albert Einstein y Mahatma Gandhi. Estableció una jerarquía de necesidades humanas para llegar a la autorrealización popularmente conocida como “Pirámide de Maslow.”

Todos tenemos un propósito y rol dentro de la sociedad, desgraciadamente las promesas huecas de “riqueza, sexo y fama” son explotadas cotidianamente por el marketing y el modelo de consumo actual. Es del dominio de la industria del entretenimiento como influenciar los patrones de consumo apelando a nuestras necesidades primarias y al “Ego". Hemos olvidado qué, está a nuestro alcance llegar a la plenitud emocional y ser felices sin la eterna búsqueda de llenar vacíos consumiendo. 

La vida es demasiado corta para malgastarla. Una vida con propósito es una vida a la cual vale la pena aspirar, al final “Recuerda que Morirás.”

¿Qué te exige tu naturaleza?