A VIAJAR!

Magistralmente esculpida en la montaña, la ciudad de Petra en Jordania, se erige imponente como una de las 7 nuevas maravillas del mundo dejándonos pasmados con su bella arquitectura.

Al llegar encontramos un parador turístico con el mapa de la zona, restaurantes y tiendas. Caminamos un tramo para llegar a “El Siq”, un desfiladero que se extiende a lo largo de 2 kilómetros escoltado por altos muros de montaña que parece que esconden la verdadera maravilla.

Al final de esta caminata, larga pero entretenida gracias a la belleza de sus imponentes paredes color terracota brillante, se levanta majestuosa la antesala a esta ciudad, “El Tesoro”. Con una fachada de casi 50 metros de alto y 30 de ancho parecería que el gran artista, Miguel Angel  Buonarroti convertido en gigante, tomó su cincel y la esculpió concienzudamente. Lo más impresionante de todo es que uno cree que al llegar al Tesoro culmina la visita, sin embargo, es solamente el comienzo.

Petra fue construida por los nabateos, aunque fundada por el pueblo edomita en el siglo VIII A.C; Al pasar el Tesoro y adentrarnos en la ciudad nos topamos con: tumbas, un coliseo (construido durante la ocupación romana), cuevas excavadas en la roca y otra gran joya; “El Monasterio”. Esta construcción aún más alta y ancha, aunque muy parecida a “El Tesoro” fue, en alguna época, utilizada para almacenar esculturas. Altamente aconsejable es sentarse frente a esta bella fachada en el pequeño restaurante que se encuentra en alto y saborear el delicioso café con cardamomo que ahí preparan.

En la zona, los beduinos llevan camellos y burros que ofrecen insistentemente a todos los turistas. Vale la pena hacer parte del tour montado en estos animales, nos hace más cómodo y agradable el paseo, además de ser una experiencia diferente.

Un viaje único e inolvidable…Petra, la espléndida ciudad nabatea, estará siempre en mi memoria.