Yo creo que todos alguna vez pintamos, rayamos o coloreamos algún mueble, pared o papel cuando estábamos pequeños; es el impulso de creatividad que tenemos desde que nacemos.
A medida que vamos creciendo la mayoría de las personas dejamos de lado este lado creativo para sumergirnos en actividades más “importantes” como clases de futbol, de idiomas o asesorías de matemáticas, cuando ninguna de ellas nos permite sacar las ideas de la cabeza y expresarlas a nuestra manera. Las pocas personas que seguimos con un pincel en una mano y el bote de pintura en la otra, sin darnos cuenta, beneficiamos nuestra salud física y psicológica.
Existen muchísimos estudios científicos validados por la OMS y universidades como el Colegio Universitario de Londres (UCL) en los que recomiendan participar en actividades artísticas como pintura, baile, teatro y música desde una edad temprana por los grandes beneficios saludables que brindan. A continuación te comparto algunos de ellos, sin embargo, hay muchos más:
Mejora la capacidad de comunicación y expresión: los humanos manifestamos infinidad de emociones y sentimientos que, a veces, no podemos decir verbalmente, pero si con otras formas de expresión.
Estimula el cerebro: ambos hemisferios cerebrales trabajan constantemente al momento de realizar alguna actividad artística; el izquierdo mantiene la concentración y razonamiento lógico en lo que estemos haciendo y el derecho se encarga de encontrar la manera de expresar lo que sentimos.
Mejora la capacidad cognitiva: al no haber una manera correcta o incorrecta de expresión, hay una infinidad de interpretaciones. Esto muestra diferentes soluciones a los problemas y nos permite analizar diferentes puntos de vista.
Beneficia la motricidad: dependiendo la actividad que hagamos es la habilidad que reforzamos, por ejemplo, al pintar se ejercita progresivamente la capacidad de movimiento y trazo fino.
Es liberador de tensión de estrés: realizar estas actividades produce efectos relajantes porque el cerebro se desconecta de lo demás y olvida lo que sea que nos esté preocupando en ese momento para enfocar y concentrar la atención en diferentes maneras de expresarse.
Efecto placentero: mientras pintamos, bailamos, actuamos o cantamos, trabajan las zonas cerebrales que activan la producción de dopamina, la hormona de la felicidad.
Créate un espacio para explotar tu creatividad y sacar las ideas de tu cabeza conforme vayan fluyendo. Te invito a descubrir el potencial artístico que, como yo al principio, no sabía que tenía.
Martha Alicia Chacón
Amante del mar y el agua, mi elemento.
Creyente de que un balance correcto es la clave para una vida feliz y saludable.
Me gusta fluir en armonía con mi alrededor y poder expresarme en un lienzo con pinturas de muchos colores, olores y texturas.