Mi Credo. 

Creo que el mundo es demasiado perfecto para ser casualidad.

Creo que el destino es solo una excusa y que la voluntad del ser humano es una fuerza mucho más grande.

Creo que todos cometemos errores y que existe más de una segunda oportunidad.

Creo que las dietas están hechas para romperse y los corazones no, creo que pedir perdón es la mayor prueba de humildad y que perdonar también es un arte.

Creo en el amor cuando mis amigas sufren, que no hay nada peor que ver a mi mamá llorar y que no puedo sobrellevar el dolor ajeno.

Creo en esas pláticas con café hasta las mil horas, creo en las canciones que nos hacen sentir algo, creo en los “buenos días” de un desconocido.

Creo en la necesidad de nuestras abuelas al ofrecernos más comida, creo en las noches estrelladas; y sobre todo, creo en la tristeza, ya que sin ella no sabríamos lo maravilloso que es sentir felicidad.

Creo que una pluma, un pincel o una cámara deberían de suplir todas las armas del mundo, creo que el café es mejor que el alcohol y que la vida se me va en suspiros y no en cigarros.

Creo que las matemáticas solo me sirven para contar estrellas, que los popotes son del diablo y que la educación es la clave para mejorar este país.

Creo que estamos atados a sueños y no a trabajos, que todos tenemos un lugar favorito, y que la felicidad está en nosotros mismos, pero hay veces que la encontramos en un mensaje de buenas noches.

Creo que hay momentos que duran segundos y que hay segundos que duran para siempre. Creo que el mar y la poesía son la mejor medicina y que el tiempo lo cura todo. Creo que no existen gustos culposos, pero si me culpo por querer a ciertas personas.

Creo que mi papá supera a cualquier superhéroe, que a mi perro también se le puede querer como un hijo y que la mejor parte de viajar es volver a casa.

Creo que las despedidas son para los valientes, que existen muchas muertes injustas, y que no soy nadie para definir lo que es justo y lo que no.

Creo que conforme crecemos nos enamoramos más fuerte, y que fuerte es la persona que logra no enamorarse. Creo que en el amor no hay reglas, que las barreras las pone la sociedad y no el sexo, y que muchas personas maravillosas son gays y eso no es ninguna enfermedad.

Creo que el miedo es el arma más poderosa, que la tristeza es necesaria para el arte, que se puede extrañar a una persona estando al lado de ella, y que existen palabras vacías y silencios que lo dicen todo.

Creo que esto no sirve de nada, pero creo que todos deberíamos creer en algo.