En algún momento de nuestras vidas nos damos cuenta de que hay mucho más que el materialismo: lo que piensa la sociedad, el dinero, los placeres simples y la gratificación instantánea. Ahí es cuando comenzamos a pensar en contribuir, dar en lugar de tomar, ayudar a los demás, dejar algo atrás y superar nuestros instintos básicos egoístas.

Ese es un punto de inflexión en la vida de un hombre. Por supuesto, la mayoría de la gente no tomará ninguna acción, ni hará cualquier cosa para ayudar a los demás. Algunos podrían actuar así algunas veces, pues no ven el verdadero significado en ello. Sin embargo, es hora de ver lo que realmente significa ayudar a los demás y cómo se traduce en una actividad que cambia la vida.

Eso sí, es importante hacerlo con la mentalidad e intención correctas, lo que implica no esperar nada a cambio. Hay más beneficios de contribuir y hacer buenas obras de lo que la mayoría de nosotros pensamos. E incluso, están respaldados por la ciencia. Hacer el bien te hace más feliz, junto con hacer que la vida de otras personas sea más fácil o mejor de alguna manera. Lo que es más, aumenta tu salud general. Esto es lo que dicen los estudios sobre estos dos fenómenos:

1.Los actos de amabilidad espontáneos te dan un propósito y así aumentan tu nivel de felicidad

Este recurso tiene como objetivo llegar al fondo de lo que la felicidad realmente significa para el individuo, cómo se persigue y de qué manera podemos encontrar el significado que realmente buscamos. Los estudios sugieren que hacer buenas obras y actos de bondad te hace más feliz que la mayoría de las otras cosas que consideramos estimulantes del estado de ánimo.

2.Dar te hace sentir seguro

No sentirás los beneficios de ayudar a los demás hasta que lo intentes y lo hagas de corazón. Pero una de las ventajas que obtienes, que no debería ser tu principal motivador, es una mayor confianza en ti mismo y sentirte bien contigo mismo. Lo cual, en sí mismo, es una razón para sonreír, seguir en la dirección correcta y estar contento con tu vida y con quién te estás convirtiendo.

3.Ayudar no solo se siente bien, es bueno para tu cerebro y tu cuerpo también

Según estudios, aquellos que dan más tienen un 42% más de probabilidades de sentirse felices, y un 25% de más seguridad de que están sanos. Eso es porque hacer bien le da señales a tu cerebro que desencadenan una respuesta positiva, y eso, va a cada célula de tu cuerpo. Entonces realmente te estás volviendo más saludable y feliz. 

4.Te vuelves parte de una comunidad

Hay algunos factores cruciales para la longevidad y la felicidad. Junto con la buena salud, el estilo de vida activo, el trabajo con propósito y el ambiente positivo, también existe la necesidad de que cada persona sea parte de una comunidad o, al menos, que se sienta como bienvenida. Estamos aquí para formar relaciones, después de todo, pero estas deben ser profundas y significativas. En el mundo de hoy, sin embargo, la mayor parte de nuestra comunicación es a través de las redes sociales. Tenemos muchas personas en nuestro círculo que no podemos llamar amigos. Desafortunadamente, también hay personas tóxicas en nuestro entorno. Eso es, definitivamente, un factor negativo cuando hablamos de estar satisfechos con nuestras vidas. Pero cuando comienzas a ayudar a los demás, se siente tan bien y tan puro que te conectas contigo mismo y con aquellos a los que le estás dando en un nivel que nunca pensaste que existía. Al darles, te estás dando aún más a ti mismo. Eso te permite ver la vida desde un ángulo diferente. Uno donde estás viviendo más conscientemente, siendo más agradecido, y dándote cuenta de que las cosas son perfectas tal como son.

5.Ofrecerte como voluntario te ayuda a manejar tus niveles de estrés

El voluntariado tiene innumerables beneficios de contribuir y hacer el bien. De hecho, el 78% de los que se ofrecieron como voluntarios en el año anterior afirmaron que estaban menos estresados ​​y que habían gestionado mejor sus niveles de estrés en general.

6.Ayudar a los demás también tiene un efecto físico

Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon lo relacionó con una presión arterial más baja. Y muchos investigadores han probado los efectos beneficiosos de hacer el bien sin esperar nada en cambio en el cuerpo.

7.Dar es mejor para el cerebro que recibir

La ciencia también dice que las recompensas de dar, en los términos de cómo nos sentimos con respecto a nosotros mismos, son mucho mayores que cualquier cosa que hayamos recibido antes. Al utilizar cualquier tipo de apoyo, incluso las palabras para animar a alguien, la actividad te beneficia a nivel neurobiológico, lo que significa que otras áreas del cerebro se activan cuando ayudas a otra persona y haces una buena acción. Esto, sin duda alguna, te deja con un sentido de felicidad y plenitud. Entonces, ayudar a los demás realmente es una situación en la que ambas partes ganan al final.

¿Qué tan inspirador es eso? Palabras finales… Ahora que tienes evidencia respaldada por la ciencia, investiga rápidamente qué buena causa puedes apoyar en tu área. Además, anota algunas ideas sobre cómo puedes ser amable con los demás, ayudar a amigos y familiares, e incluso hacer el bien a los extraños.

En realidad, puede ser cualquier cosa, desde dar consejos a las personas en las calles. Sonríele a todos en la oficina, sé amable con las personas con las que hablan. Sorprende a tus seres queridos cuando menos lo esperen. Di "te amo" y abraza más seguido. Eventualmente, ayuda a otros a ser una forma de vivir y pensar.

Lo harás sin esfuerzo y todos los días, y los beneficios serán obvios para cualquiera a tu alrededor. Estarás radiante, tanto interna como externamente.